viernes, 22 de julio de 2011

Para ahuyentar envidias y rencores



Cerca de la medianoche de un día de cuarto menguante, lave los cristales de todas las ventanas de su casa con un paño de color blanco empapado en el agua de un cubo en donde haya disuelto, una taza de vinagre y dos cucharadas de mirra.


Cuando los cristales se sequen, prenda en cada una de las habitaciones unas varitas de almizcle.

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