En cuanto a sus orígenes, dos reconocidos francmasones, Christopher Knight y Robert Lomas, tomaron como punto de partida de su investigación, algunas de las creencias más arraigadas de la civilización occidental. Entre ellas, que la primitiva Iglesia de Jerusalén no nació mas que como un instrumento de control político.
La tradición masónica gira alrededor de un personaje llamado Hiram Abif, que fue asesinado hace casi tres mil años en el templo del rey Salomón. La ausencia de referencias a este personaje en el Antiguo Testamento ha llevado a muchos autores a creer que estábamos frente a un mito. Pero no. Trás descubrir que se trata de un personaje real proporcionó a Knignt y Lomas nada menos que una nueva clave para la historia occidental. Asesinado en el año 1570 antes de Cristo, su muerte dio origen a una ceremonia de resurrección que es el antecedente directo de la francmasonería moderna, jugando, en primer lugar, un papel fundamental en la construcción de la nación hebrea y, después, en la evolución teológica judía.
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