Liselotte Norman, empresaria de hostelería retirada, de unos 60 años y conocida por Lilo, de nacionalidad alemana, vivía sola en un complejo de bungalows en Playa del Inglés al sur de Gran Canaria, en concreto en el bungalow 9H y aunque vivía sola, ella aseguraba que su casa estaba habitada por fantasmas. Estos la molestaban e incluso la amenazaban de muerte. Noche tras noche salía de su casa gritando aterrorizada pidiendo ayuda a los vecinos y amigos que se encontraban a su alrededor, diciendo que dentro de su casa habían fantasmas y que su jardín tenía restos humanos enterrados.
Tras un periodo de tiempo, el miedo a estar en el bungalow por las noches hizo que Lilo se refugiara en la bebida y a las salidas nocturnas hasta altas horas de la mañana. Sus vecinos y amigos, la daban por loca y decían que el alcohol podía ser el problema de sus alucinaciones, pero ella insistía en su verdad y en esos espectros que la atormentaban cada día en su propiedad y no la dejaban en paz.
Al final Lilo fue trasladada a su país e internada en el centro psiquiátrico Saint Joseph, en la localidad de Oberhausen, muy cerca de Dusseldorf, en Alemania.
Lo sorprendente fue que el 20 de Octubre del 2005 cuando iban a hacer unas obras en la parcela, fueron encontrados en el jardín del bungalow 9H, donde se hospedaba Lilo, un saco con huesos enterrados. Este descubrimiento dió un cambio a la investigación sobre los fenómenos que ocurrían en ese domicilio. Aunque los indicios señalaron en un principio a Lilo, como presunta implicada en un crimen, ya que los restos encontrados pertenecían presuntamente a un tal Rocher Dimitri, un hombre que vivía en la parcela aledaña K52 y que además trabajaba en el bar que ella regentó en el centro comercial Cita. Sin embargo, desde hace mucho tiempo se desconoce el paradero de Dimitri. Tras el hallazgo del cuerpo, la policía lo busca. Puede que su cuerpo sea el encontrado o puede que sea el asesino. Si no es ni lo uno ni lo otro, quizá pueda aclarar el suceso, en caso claro está que logren dar con él. Lo cierto es que a día de hoy, las autoridades siguen sin emitir ningún tipo de confirmación oficial sobre la procedencia de los restos.
Un terrible suceso del que todavía quedan muchas incógnitas por resolver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario