La Historia cuenta que en este antiguo Hospital murieron miles de personas ingresadas por pestes y epidemias, fueron enterradas en su subsuelo, de esta forma empezaron a surgir multitud de historias de fantasmas que anunciaban la muerte a los que agonizaban.
El Hospital dejó de funcionar en el año 1965, estuvo 20 años abandonado hasta que la Academia de San Fernando y la Dirección General de Bellas Artes solicitaran al gobierno su conservación y que lo declarase Edificio Histórico-Artístico.
En 1982, se decide destinar el edificio al Museo de Arte Moderno Reina Sofía. En la remodelación del edificio se encontraron restos de esqueletos, cadenas, grilletes y material de hospital.
En 1990 se hizo la segunda remodelación del edificio, esta vez se encontraron tres monjas momificadas, enterradas en la antigua capilla del hospital. Curiosamente, las tres momias siguen enterradas debajo de la puerta principal del museo.
En 1992 se colocó en este museo el cuadro del Guernica. Meses después empezaron sucesos extraños: Puertas que se abren y se cierran solas, alarmas que se activan sin que nadie las toque, voces y gritos en salas vacías. Algunos funcionarios se tomaron a broma el fantasma del museo, al que llamaron Ataulfo.
Una noche invocaron al fantasma con la ouija y Ataulfo le predijo el futuro de una desgracia a uno de los vigilantes, unos días después un familiar muy cercano murió en un accidente. Algunos creyeron que fue casualidad y otros pidieron el traslado por no querer trabajar en el museo.
Los parapsicólogos que visitaron el museo, dicen que se trata de Picasso que no está conforme con el traslado de su obra en un hospital convertido en museo, una médium afirma que el fantasma existe y que se trata de un fantasma que murió torturado durante la Guerra Civil.
Uno de los vigilantes solicitó la baja "por culpa de los espíritus" dice sufrir nerviosismo, sudores y mareos y denunció para que hicieran un exorcismo y sacaran a Ataulfo del museo.
En la denuncia se explica que, entre los años 1993 y 1995, acreditados parapsicólogos llevaron a cabo una serie de investigaciones en el Reina Sofía y durante las mismas unos funcionarios aseguraron haber visto una procesión de monjas del siglo pasado en el interior de la pinacoteca, por lo que solicitaron el traslado.
La Consejería de Medio Ambiente ha resuelto finalmente que "carece de competencias sobre fenómenos paranormales".
No hay comentarios:
Publicar un comentario