Raimondo di Sangro, fue el séptimo príncipe de Sansevero perteneciente a la alta nobleza de Torremagiore, Foggia. Excéntrico, filósofo, astrónomo, poeta, escritor, guerrero, inventor, mago, científico, alquimista y masón, convirtiéndose en el personaje más misterioso de la Italia del siglo XVIII.
En Nápoles hay quien todavía al escuchar su nombre hacen la señal de la cruz porque dicen que desde su muerte su alma perdida vaga por la multitud de obras esotéricas que se han escrito sobre él.
A los diez años, fue enviado a estudiar con los jesuitas de Roma, adquiriendo una sólida formación y grandes conocimientos de casi todas las materias gracias a su entusiasmo por los estudioso.
Destacó en las múltiples actividades técnico-científicas que desarrolló, desde la impresión y divulgación de textos masónicos, al desarrollo de numerosos inventos: fusiles de rápido disparo, barcos anfibios e incluso una imprenta capaz de grabar varios colores a la vez.
Entre las muchas cosas que logró realizar y que perviven hasta ahora se encuentra la famosa Capilla de Sansevero, la cual alberga la mayoría de las obras de di Sangro y aquí es donde comienza lo extraordinario, en los sótanos de la capilla fueron encontrados dos cuerpos humanos conocidos como “Las Maquinas Anatómicas” que muestran el sistema circulatorio disecado de un hombre y una mujer. No se sabe el método usado para mantener intactas y petrificadas las venas, arterias y toda la red sanguínea de los cuerpos.
Se dice que uno de los logros de Di Sangro consistió en descubrir un método que lograba suavizar el mármol y que permitía trabajar con el modelándolo mas que labrándolo, y en la capilla existen algunos ejemplos. Una escultura conocida como "Il Cristo Velato", obra de Giuseppe Sanmartino seria un ejemplo de este moldeado del mármol.
Fuera del mito que corre en la elaboración de esta fantástica escultura la exquisitez con que fue realizada no tiene comparación, la elaboración es tal que parece que el cuerpo fue cubierto por una tela suave y transparente.
En la misma capilla existen otras obras que por su elaborada complejidad han reforzado el mito de que el mármol en lugar de ser labrado, fue moldeado.
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